El ángel Gabriel también le anunció a María que su prima Isabel, que ya era muy mayor, esperaba un hijo. Isabel y su esposo Zacarías habían perdido la esperanza de tener un hijo, por eso, cuando Dios le habló a Zacarías para decirle que tendrían un hijo, él se quedó mudo.
María no pensó que ella debía cuidarse, solo pensó en que su prima, ya mayor, necesitaría ayuda, por eso, marchó para visitarla.
Vamos a verlo
Al llegar María, Isabel la saludó con estas palabras:
¡Bendita tú eres entre todas las mujeres!
y bendito es el fruto de tu vientre Jesús!
Y la Iglesia las eligió para seguir la oración de Ave María.
Os acordáis de lo que dijo el ángel, vamos a decirlo todo junto:
Dios te salve, María
llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita tu eres,
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre Jesús.
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