Conocimos al Rey David, el segundo rey de Israel. Después de él ocupará el trono su hijo Salomón.
Dios le dio la oportunidad de pedirle lo que quisiera y Salomón le pidió a Dios sabiduría para poder distinguir el bien del mal y gobernar su pueblo con justicia. De todas partes acudían para que el juzgara cuando había alguna disputa. Vamos a conocerlo mejor y veremos un caso concreto que está contado en la Biblia.
Con su reinado Israel adquirió mucha importancia y construyó por primera vez un templo en Jerusalén para contener el arca de la alianza que es donde se guardaban las tablas con los diez mandamientos.
A su muerte le sucedió su hijo Roboam, la tribu de Judá que estaba al sur, lo aceptó como rey pero las tribus del norte estaban muy descontentas por los altos impuestos y las duras medidas de la monarquía. enviaron ancianos de las tribus a hablar con Roboam pero este no los escuchó y esto provocó la rebelión en su contra y la elección de un nuevo rey para las tribus del norte, Jeroboam. Por tanto el reino fue dividido en dos, el del norte y el del sur. La división hizo los reinos más débiles y con el tiempo fueron invadidos por imperios más fuertes y los israelitas fueron deportados a Asiria y Babilonia.
Hasta muchos años después que el rey Ciro les dejó volver.
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