Después de ser bautizado por Juan en el río Jordán, Jesús se retira a rezar y se va al desierto. Allí estuvo durante 40 días, ayunando y rezando para prepararse a hablar De Dios y de su Reino.
Allí al estar más débil, Jesús tiene tres tentaciones.
La tentación es desear hacer algo que sabemos que no debemos hacer. Por ejemplo, si tenemos que hacer tareas pero nos apetece ver la tele o jugar, es fácil convencerte de que luego lo harás y de que no pasa nada.
Seguramente vosotros habéis tenido en algún momento una tentación...
Jesús tuvo la tentación del hambre, la tentación de la riqueza y la del poder.
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